martes, 1 de febrero de 2011

Escucha


Cuando te pido que me escuches
y empiezas a darme consejos
no has hecho lo que te pedía.

Cuando te pido que me escuches
y empiezas a decirme por qué no debería sentirme así
estás pisoteando mis sentimientos.

Cuando te pido que me escuches
y sientes que tienes que hacer algo para resolver mi problema,
me has fallado, por extraño que parezca.

Escucha, todo lo que te pido es que me escuches;
no que hagas o digas, sólo que me escuches.
Cuando haces algo por mí que puedo y debo hacer por mí mismo,
contribuyes a mi miedo y a mi debilidad.

Pero cuando aceptas, el simple hecho de
que siento lo que siento, por irracional que sea,
entonces puedo dejar de intentar convencerte
y dedicarme a entender
qué está detrás de ese sentimiento irracional;
y cuando eso está claro, las respuestas son evidentes y no necesito consejo.

Los sentimientos irracionales tienen sentido
cuando entendemos lo que está detrás de ellos.

Así que por favor escucha y sólo escucha, y
si quieres hablar, espera un minuto que te llegue el turno,

¡Y te escucharé!

1 comentario: