miércoles, 29 de abril de 2009


El ser humano, tal como es, tal como la naturaleza nos ha creado, puede convertirse en un ser consciente de sí. Creado para este fin, nacemos para este fin. Pero el ser humano nace entre seres dormidos y, naturalmente, cae a su vez en un sueño profundo justo en el momento en que debería comenzar a tomar consciencia de sí.

La imitación involuntaria de los adultos por parte del niño, sus sugerencias voluntarias o involuntarias y lo que llaman 'educación', con el adjetivo que sea detrás 'no directiva, 'libre', 'religiosa', 'científica'... todo se encamina hacia la perpetuación del sueño en que vive el ser humano.
Solo hay una ventanita para escapar.


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